Los cuentos son una hermosa manera de llegar al corazón del niño de una
manera sutil y profunda. Desde tiempos inmemoriales han pasado de generación en
generación funcionando como transmisores de contenidos pedagógicos.
Pero si
bien son una poderosa herramienta educativa, es necesario tener en
cuenta que existen muchos tipos de cuentos y que no todos son adecuados para la
etapa evolutiva en que se encuentra cada niño. Los cuentos deben estar
adaptados al nivel de desarrollo cognitivo de tu alumno o hijo.
Aquí tienes 3 claves que puedes tener en cuenta a la hora de elegir qué
cuento contar a tus alumnos o hijos:
1. ELÍGELOS CON FINAL FELIZ
Los cuentos
que terminan mal pueden ser interesantes para un adulto, en la medida en que en
la vida las cosas no siempre suceden como uno desea. Sin embargo, para un niño
este mensaje puede ser aún difícil de digerir. Los niños necesitan sentirse
seguros y protegidos y ciertos finales trágicos pueden generar en ellos
ansiedad y pesimismo. El pensamiento mágico infantil que precede al desarrollo
del razonamiento lógico puede crear angustiantes asociaciones entre causa y
efecto. No se trata tampoco de pintarle un mundo de color de rosa ni de
negarle la evidencia sino de introducir la información adaptada a su nivel de
desarrollo en el momento adecuado para evitar un impacto traumatizante.
2. EVITA LOS CUENTOS DIDÁCTICOS PUNITIVOS
Los
cuentos en los que los niños terminan mal por desobedecer a mamá son una manera
de educar desde el miedo. El mensaje perjudicial que pueden sacar de ellos es
“Si no recoges tus juguetes, no te querré”. La base de toda comunicación entre
niño y adulto debería estar basada en una amor incondicional: “Yo te quiero
hagas lo que hagas pero si no recoges tus juguetes, mañana no jugarás con
ellos. ¿O es que sólo podemos querer a un niño cuando se comporta exactamente
como nosotros deseamos? ¡En ese caso el problema es nuestro, no suyo!” (Paola
Santagostino, psicoterapeuta y autora del libro “Cómo contar un cuento
e inventarse cientos”). Las órdenes se deben comunicar de una manera clara
y no atemorizarlos a través de un cuento.
3. PERTENECIENTES A SU ÁMBITO CULTURAL
Los
cuentos sobre culturas diferentes también pueden ser muy nutritivos para
los adultos, ya que pueden ampliar y cuestionar las más arraigadas tradiciones.
Pero para un niño que está intentando identificar su propio ámbito cultural,
puede resultar confuso llegando a interpretar su significado como su
imaginación le da a entender.
Si estás
interesado en profundizar en el mundo del cuento y utilizarlo como
herramienta en tus clases te recomiendo el libro “Cómo contar un
cuento e inventarse cientos”, de Paola Santagostini
Por: Haydeé Mesa
Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/averigua-cuentos-no-se-deben-contar-nino/39249.html
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