El postmodernismo, privilegia la heterogeneidad y la diferencia como fuerzas
liberadoras en la redefinición del discurso cultural”
Harvey,
La familia
valorada en cualquier ámbito, genera significados densos, profundos, de
gran alcance y representa a su vez el punto de partida para prácticamente todos
los caminos que transita el ser humano. Por ende, este importante grupo social
representa una realidad multidimensional, ya que es en la familia donde se
gesta lo humano, lo cultural, lo discursivo y lo vivencial de una sociedad.
Para
lograr definir a la familia postmoderna, es necesario considerar cada espacio y
momento histórico, las distintas formas de reproducción social que han influido
en su organización y estructura interna.
Para
algunos autores, como es el caso de Hernández (2001), se considera a la familia
postmoderna como una entidad flotante, la cual emerge del acuerdo relativamente
informal que poseen sus relaciones familiares y que fluctúa en su estructura y
organización conforme a las tendencias sociales.
En este
sentido, Tal como lo plantea Vidal (2009) la familia postmoderna debe
entenderse como una agrupación humana, diversa, dinámica y por ende en
permanente cambio.
En este
orden de ideas, se asume que la familia actual está atravesando
transformaciones epocales que dan lugar a nuevas formas de organización, ahora
bien como lo afirma Castells (2000), no se trata de la desaparición de la
familia, sino de un proceso de evolución hacia una profunda diversificación y
de cambio en su sistema interno de poder.
Se puede
entonces, concebir a la familia postmoderna, como un espacio humano lleno de
retos, cambios y oportunidades, primordialmente porque en ella se inicia la
transición de un modelo nuclearizado y en un segundo término porque dado el
cambio epocal se produce en ella una innovación histórica, tanto en la
estructura como en las dinámicas familiares.
La revolución del afecto como una forma de desplazamiento en la
estructura del sentimiento
Autores
como Harvey (2008) y Vidal (2010), plantean una interesante perspectiva ante la
familia postmoderna, con un epicentro transformacional tan profundo que exige
la reordenación de los roles de sus miembros y por tanto de las relaciones
intrafamiliares que en ella tienen lugar.
Esta
llamada revolución del afecto que forma parte de la familia postmoderna,
implica varias cosas, pues plantea una nueva frontera ética en torno a las
formas de relacionarse con el otro.
En este
sentido, se genera un nuevo esquema de redes afectivas, en las que pasa a
coexistir en una especie de territorio “borderline” con elementos (hasta ahora
inamovibles en la familia concebida por la sociedad), tales como: la monogamia,
la fidelidad, la dominación por parte del hombre adulto sobre el sistema
de relaciones en la familia, y asimismo la heteronormatividad en la pareja
conyugal.
Al
respecto Herrera (2016), plantea al amor como una utopía de la postmodernidad,
afirma que este sentimiento en otrora base de la conformación de la pareja
conyugal que daría pie posteriormente a la familia, es sólo un elemento
marginal de la sociedad actual, ya que este sentimiento requiere de una gran
apertura y entrega personal, generosidad, comunicación, honestidad, empatía y
altruismo, que colisionan con la realidad de las relaciones postmodernas.
En torno a
lo anterior, emergen una serie de efectos postmodernos en la familia entre los
que destacan: el auge del divorcio y de las uniones libres, nuevas formas de
relacionarse en pareja, reducción de las autoridades familiares tradicionales,
caída de la natalidad, yuxtaposición en las funciones de la familia y la
inestabilidad familiar.
Evidentemente
la familia ha demostrado a través del tiempo, su gran capacidad para
reinventarse, por lo que Castells (2000), considera que la familia sufre una
metamorfosis que se refleja en la diversidad de estructuras de hogares, con lo
cual se diluye el predominio del modelo clásico de la familia nuclear
tradicional, que da lugar a la crisis de los patrones sociales de reemplazo
generacional que pone en entredicho a la estructura y valores de la familia
patriarcal.
¿Cómo entender a la familia postmoderna?
En un
ámbito de transformación profunda en la familia actual, Vidal (2009) plantea
algunos modelos teóricos, los cuales plantea como los más aceptados y con mayor
capacidad hermenéutica, en este sentido, se encuentra las consideraciones de:
- Familia incierta: Este modelo de familia no se concreta en
un solo modelo sino que está abierta a diversas formas de convivencia o de
agrupación humana. Sus contornos son indefinidos, porque en ella progresa
la desinstitucionalización y falta la condición de estructura concreta en
cuanto a parentescos, composición y estructura.
- Familia mediadora: Este modelo plantea la
reinstitucionalización de la familia en la esfera pública y genera un tipo
de familia “mediadora”, que desarrollará este rol fundamental con las
diversas generaciones que transitan y comunican sus experiencias, saberes,
sueños y rebeldías.
- Familia
autopoyética: Se refiere a la familia actual en cuanto
a que se autoconstituye y se reinventa. Una característica de la cultura
postmoderna es la capacidad que tienen las instituciones para
autoorganizarse y cambiar tanto por factores endógenos como exógenos.
- Familia relacional: Este modelo plantea a la familia como una
agrupación que se constituye, primordialmente, mediante las relaciones
interpersonales. Esta caracterización de la familia postmoderna tiene el
mismo significado que la “familia autopoyética”, aunque discurre desde el
punto de vista de las interacciones.
- Familia individualizada: Este modelo destaca el rasgo de la
“individualización” e indica el ideal que configura la vida intrafamiliar,
en este sentido, la autorrealización personal constituye necesariamente la
deposición de las actitudes de sacrificio y resignación, que anteriormente
en una familia tradicional caracterizaban a la mujer.
En
atención a los modelos teóricos de familia planteados por Vidal (2010) quedan
reflejados criterios o valores propios de la postmodernidad: 1) la
“desinstitucionalización” este deriva del ejercicio de la libertad en la
conformación de las historias de vida familiares y 2) la
“individualización” de las relaciones intrafamiliares.
Es
importante señalar, que ambos valores permean el contexto que genera la
pluralización de modos de acceso, permanencia y salida de la vida familiar
desconocida hasta el presente, lo cual instala la cultura de postmodernidad
dentro de la vida familiar.
Algunas notas para cerrar
La familia
postmoderna es sin duda un tema que puede causar incomodidad, polémica y
controversias, especialmente si las sociedades insisten en mirar hacia otro
lado, ante la inminente transformación de este grupo social.
En este
sentido, se considera que mientras las políticas públicas se formulen
solo para un modelo de familia tradicional e idealizada, estas no surtirán los
impactos deseables en cuanto a su atención integral, por lo que se hace
necesario que quienes deciden los asuntos de interés dentro de la agenda
pública, reconozcan que ese modelo de familia nuclear está atravesando un
proceso de transformación.
Asimismo,
en el contexto de lo público, es pertinente y oportuno aceptar como una
realidad que el patriarcado se ha venido debilitando, hecho que ha originado
múltiples eventos hasta ahora inéditos, que se están gestando en planos aun
emergentes, lo que vislumbra la conformación de un escenario pluridimensional
en lo referente a las formas de vida familiar postmoderna.
Como lo
plantea Castells, (2000) desde todo punto de vista, es importante considerar
las transformaciones epocales que atraviesa la familia, redefinirla en atención
a esos cambios profundos y entenderla dentro de su intrincada complejidad.
Para
cerrar, se resalta el planteamiento de Zigmund Bauman (s/f), quien como
sociólogo contemporáneo afirma que uno de los problemas de la postmodernidad es
el hecho de que en este tiempo todo pierde solidez y vamos hacia una sociedad
líquida, permeable a todas las ideas y dispuesta a tomar la forma de cualquier
recipiente, las relaciones no tienen profundidad, los vínculos son tan frágiles
que se deshacen rápidamente y la familia actual parece no escapar de esta
realidad…
Autora
(*) Dorys Alleyne
contacto: dorysmalleyne@gmail.com
La autora forma parte del
Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.
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