Las emociones en el confinamiento no son ni buenas
ni malas, son inevitables. Somos seres que sentimos emociones constantemente.
Para quien se ejercita en identificarlas, pronto descubre que en un día podemos
sentir millones de reacciones emocionales diferentes.
Bitbrain, una empresa dedicada a la neurociencia, llevó a
cabo un estudio de las reacciones emocionales de los espectadores de un partido
entre el Barcelona y el Real Madrid, registrando más de 6,5 millones en los 90
minutos que duraba el encuentro. Lo cierto es que la vida para algunos es más
tranquila que un Barça-Madrid, para otros quizás más intensa. Así que,
dependiendo de esto, es posible hacerse una idea de cuantas reacciones
emocionales podemos llegar a sentir cada uno de nosotros en un día. Sea como
sea, son muchísimas.
Si esos impulsos emocionales son los que conducen
nuestros comportamientos, nos convertiremos en montañas rusas que acaban
agotadas de su propio movimiento y mareando a todo aquel que se les acerque.
Aprendiendo a regular las
emociones en el confinamiento
Para vivir con cierto bienestar personal y convivir
con cierta armonía con las demás personas, no hay otro camino que aprender a
regular o gestionar las emociones. Es decir, aprender a calmarse para no
dejarse llevar por las reacciones emocionales.
El primer paso de este aprendizaje es, sin duda, la
respiración. Cuando nos damos cuenta de que una emoción está presente en
nuestro mundo interior y empieza a empujarnos con su impulso. Es momento de
parar y respirar profundamente, iniciando el proceso de calma.
Después, hay que desarrollar la habilidad del auto
diálogo, pues con ella no habrá emoción que se nos resista. Aprender a
hablarnos a nosotros mismos de la manera adecuada es igual de importante que
aprender a hablar a las otras personas. El problema es que, por lo general, no
sabemos qué decirnos para salir de la influencia de determinadas emociones.
Por ejemplo, ante el enfado es probable que lo que
nos surja como auto diálogo es darnos más razones para sentir la rabia y, con
ello, lo que conseguimos es enfadarnos aún más. Si no hay calma y consciencia
de nuestros pensamientos será muy difícil gestionar la emoción.
Siguiendo con el ejemplo del enfado, para lograr
calmarnos –además de respirar profundamente– hemos de ser capaces de hablarnos
a nosotros mismos con pensamientos que logren disuadir la frustración que nos
ha llevado a sentir la rabia. Lo mismo ocurrirá cuando queramos disuadir otras
emociones comunes (sobre todo en estos tiempos de confinamiento) como son el
miedo o el aburrimiento.
Píldoras para el miedo, la
rabia y el aburrimiento
Para cada una de estas tres emociones básicas existen
píldoras que ayudan a construir un auto diálogo que permiten gestionarlas y
calmarlas.
En el caso de la rabia, la píldora que podemos
tomar se llama paciencia y ayuda a guionar pensamientos en nuestro interior
para calmar ese enfado:
“Ahora no lo ha hecho porque está cansada, lo
hará más tarde. Esperaré antes de decirle nada” o “No me ha preguntado cómo me
siento, quizás está preocupado. Le preguntaré si necesita algo”
Para el miedo, la píldora es la confianza. En
cuanto la tomemos podremos elaborar un auto diálogo que calmará ese miedo con
pensamientos del tipo:
“Aunque aún no hay claridad con lo que puede
ocurrir, prefiero confiar porque pase lo que pase podremos salir adelante” o
“Podemos contagiarnos por supuesto, pero confío en que sabré tomar las
precauciones necesarias para que no ocurra y también para tener un sistema
inmunológico fuerte”
El aburrimiento, que también puede ser común en el
confinamiento, requerirá de la píldora de la curiosidad. Con ella, seremos
capaces de disuadir a la desidia del aburrimiento diciéndonos a nosotros
mismos: “Otro día más para estar en casa. Siempre he querido probar la
zumba, voy a hacer una clase por YouTube” o “Aprovecharé este tiempo muerto
para leer el libro que me regaló mi hermana, y quizás entienda por qué a ella
le gustó tanto”.
Además de estas tres emociones, sentiremos
muchísimas otras y cada una de ellas tiene, por supuesto, su propia píldora
para el auto diálogo que puede ayudar a calmarla.
Por
Educación 3.0
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/emociones-en-el-confinamiento/
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