La ansiedad puede ser más
persistente que el estrés, causando efectos nocivos a largo plazo.
La extensión del periodo de aislamiento debido a la
pandemia es inevitable. En artículos anteriores, hemos hablado sobre cómo
conservar la salud mental y manejar el estrés en adultos, pero en la mayoría de
los casos, los adultos ya tienen las herramientas para identificar que están
estresados y que su rutina podría estar afectando su salud mental.
¿Qué pasa cuando los niños en casa continúan
inquietos a pesar de tener una agenda balanceada y suficiente tiempo de
interacción con sus padres? Si manejar una constante comunicación para aminorar
el estrés de los niños en esta época de incertidumbre no ha sido suficiente
para estabilizar su estado de ánimo, podríamos estar hablando de ansiedad. Para
aprender a detectarla y trabajarla, necesitamos entender que estrés y ansiedad
no son lo mismo.
Estrés vs. Ansiedad
La línea entre la ansiedad y el estrés es muy
delgada. Las dos son respuestas emocionales a un efecto adverso, pero existen
características que las distinguen. El estrés, por ejemplo, es causado por un
estímulo externo. Este estímulo puede ser de corto plazo, como un examen, una
mudanza o una fecha límite, así como de largo plazo, como la pobreza, la
discriminación sistémica, una enfermedad crónica, o en el presente caso, una
pandemia.
En cambio, la ansiedad no es causada principalmente
por un elemento externo, sin por una persistente y excesiva preocupación que
podría estar ligada a un estímulo, pero no lo necesita para presentarse.
Los síntomas más comunes de la ansiedad y del
estrés son, dificultad para concentrarse, agotamiento, irritación, tensión
muscular y problemas para dormir. Sin embargo, el estrés podría catalogarse como
más fácil de manejar, dado que su causa es un estímulo externo del cual es más
factible disociarse o que bien podría terminar si es de corto plazo. En el caso
de la ansiedad, las causas que lo potencian se nutren de una reacción interna,
por lo cual es más difícil de identificar.
¿Cómo saber si es ansiedad?
La ansiedad, tanto en niños como en adultos, es la
reacción negativa que persiste aún después de que un evento negativo y el
estrés consecuente han terminado. Puede detectarse cuando los mismos síntomas
asociados al estrés continúan o empeoran.
Además de estos patrones, los niños con ansiedad
también pueden presentar falta de autoestima y confianza para tratar cosas
nuevas o realizar tareas simples, problemas para comer, mal manejo de la ira,
pensamientos negativos o un comportamiento consistentemente pesimista, así como
el deseo de evitar actividades comunes como ver a sus amistades o tomar clases
en línea.
¿Cómo combatir la ansiedad en niños?
Lo más difícil de entender con respecto a la
ansiedad es que no se trata de un ciclo lineal con principio y fin. Como padres
o maestros no podemos eliminar la ansiedad en un niño, eso solo podría lograrse
en terapia, lo que sí podemos hacer es ayudarle a manejarla. Si su problema de
ansiedad no ha escalado, enseñarles a tolerar la ansiedad puede hacer que esta
desaparezca con el tiempo mientras el niño va ganando control sobre sus
efectos.
Otra medida importante es no evitar completamente
las cosas que podrían poner a un niño ansioso, si bien esto puede hacer que se
sienta bien a corto plazo, a largo podría reforzar su ansiedad y coartar el
desarrollo de habilidades necesarias, lo ideal es realizar el acompañamiento
que le ayude gradualmente a disminuir el estrés que causa la ansiedad.
Las expectativas al momento de ayudar a un menor de
edad con un problema de ansiedad deben ser realistas y empáticas. No se le
puede prometer que cualquier situación en la que se pone ansiosa no va a volver
a suceder, pero se le puede reforzar la confianza en que estará bien de todas
formas, si le damos las herramientas para manejar los sentimientos negativos
consecuentes.
¿El aislamiento ha afectado el nivel de ansiedad de
tus hijos o alumnas? ¿Qué métodos has puesto en práctica para tratar de
disminuir este estado de ánimo? Cuéntanos en los comentarios.
Por: Sofía
García-Bullé
Fuente:
https://observatorio.tec.mx/edu-news/ansiedad-infantil
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