Una última encuesta de
Malasmadres, realizada a 10.000 sujetos, indica que el 86% de las mujeres se
sienten apáticas, tristes y desmotivadas
La pandemia de coronavirus no solo está dejando
tras de sí secuelas físicas (en algunos casos terribles), sino también secuelas
psíquicas en toda la población; y las madres no escapan de este sufrimiento,
porque la crisis sanitaria ha llevado el cuidado a otro nivel. Desde que el
pasado 14 de marzo las familias se vieran sometidas a un confinamiento
obligatorio y necesario, al cierre de los colegios, a la prohibición de los
niños a salir a la calle, a ser profesores, cocineros, economistas y
cuidadores, los niveles de estrés emocional han ido en aumento. Y aunque ha
afectado a ambos sexos, parece que este sufrimiento ha sido
mayor en las mujeres.
Así lo indicaba un trabajo realizado en mayo por
las profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València (UV) Cristina
Benlloch y Empar Aguado que, junto con la politóloga-jurista Anna Aguado,
concluían que las mujeres con menores que teletrabajan soportaban la mayor
parte del estrés del confinamiento. La investigación, que se publicó en un
artículo en la plataforma de divulgación científica The Conversation,
pretendía conocer cómo afectaba el confinamiento al trabajo y a la conciliación
familiar. Tras el análisis, las expertas concluían “que el seguimiento escolar
de hijos e hijas en edad educativa lo hacen sobre todo las madres y que en
algunos casos las mujeres están teniendo que facilitar el teletrabajo a sus
parejas”. Este hecho, según las autoras, se convirtió “en un elemento de ansiedad y estrés añadido al hecho de teletrabajar”.
Ahora, en una nueva normalidad inmersa en plena
pandemia, el Club de Malasmadres y DKV han querido
analizar la salud mental de las mujeres españolas –cómo se sienten las madres–
y lo que han descubierto es que el estrés emocional se ha disparado en estos
meses: “El 86% de las mujeres a estudio –unas 10.000 contestaron la encuesta–
se sienten apáticas, tristes o desmotivadas”, según informan en un comunicado.
Es decir, que se sienten más cansadas que antes del confinamiento: siete de
cada 10 participantes describieron su cansancio como “alto”.
Exactamente, y según sus resultados, el 71% de las
mujeres está “mucho más cansada” que antes del confinamiento, y el 43% prevé
que no va a lograr desconectar durante sus vacaciones. Para las malasmadres,
estos resultados ponen número a una realidad que se palpa en el ambiente: “Las
mujeres han llegado a agosto extenuadas”.
Entre las razones descritas por las
mujeres está la carga de trabajo o, lo que es lo mismo, la suma
del teletrabajo más cuidados, tareas domésticas y educación de hijos e hijas. Y
la incertidumbre tampoco ayuda a que se encuentren mejor: una de las
principales causas de estrés para las madres es la vuelta al cole. Sus
conclusiones también indican que, aunque en menor medida, las progenitoras
también están preocupadas por el desgaste emocional y la falta de tiempo y de
espacio para una misma y así poder desconectar. Entre las soluciones que las
madres citan para sentirse mejor están, en primer lugar, poder estar solas sin
hijos ni pareja; en segundo lugar, dormir; en tercero, hacer lo que quieran; en
cuarto, poder desconectar y en quinto, conseguir silencio.
Hace dos años, el Club de Malasmadres y DKV Salud
pusieron en marcha el proyecto La Hora de Cuidarse, con
un claro objetivo: “Que las mujeres en general, y las madres en particular,
incorporemos hábitos saludables en nuestras rutinas diarias. El autocuidado es
un derecho y no un privilegio. Con esta iniciativa trabajamos cada día para
visibilizar y concienciar sobre ello”, apunta Laura Baena, fundadora del Club
de Malasmadres.
“Lo cierto es que el confinamiento y la
incertidumbre que sigue atormentando a las familias españolas, y principalmente
a las madres, hacen que los datos de esta encuesta cobren más relevancia. Y la
preocupación mayor es la vuelta o no a las aulas”, según indican en el texto.
Las malasmadres demandaron hace unos días una solución al Ejecutivo español.
“Nos preguntamos qué piensa hacer el Gobierno si los colegios llegan a cerrar
por la crisis del coronavirus y hay que activar un plan online o
semipresencial y los padres y madres tienen que ir a trabajar. Urgen medidas
que garanticen a las familias la conciliación”, señala Laura Baena.
El problema
de la conciliación familiar, o más bien de la incapacidad de
conseguirla, es una queja constante de miles de familias en España, que se ha
puesto aún más de relieve con la actual crisis. La pandemia ha forzado a muchas
madres y padres a teletrabajar, cuidar, ser monitores de tiempo de libre y
profesores de sus hijos a la vez y en un mismo lugar: el hogar. “Las familias
NO somos prioridad en esta sociedad. Nunca lo fuimos. Y ni siquiera una
pandemia global como la del coronavirus ha hecho que esto cambie”, explicaba
Baena hace unas semanas. Son cuatro millones de familias con hijos en España “a
las que se nos ha dejado solas ante el problema de la conciliación”, añadía. Y
la realidad es que han pasado ya más de cinco meses desde el comienzo de la
crisis y las familias todavía siguen sin un plan.
Por: Carolina García
Fuente:
https://elpais.com/elpais/2020/07/29/mamas_papas/1596029642_165954.html
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