Después de meses de cuarentena y escuela en casa, es tiempo de que las familias vayan preparando a sus hijos para el regreso a las aulas y evitar así la ansiedad por separación.
Oficialmente, el regreso a clases en México fue el pasado 24 de agosto,
y aunque muchos esperaban regresar presencialmente a las aulas, debido a la
pandemia, las lecciones seguirán siendo en línea. Para muchas madres y
padres que regresaron a trabajar a sus oficinas o lo hacen desde casa, el hecho
de que sus hijos sigan en casa puede ser todo un reto ya que implica que
retomen, de nuevo, los roles de educadores que asumieron en marzo al inicio de
la pandemia. Aún así, este periodo es una excelente oportunidad para
prepararlos para enfrentar la ansiedad por separación que pueden sufrir cuando
sea momento de regresar a las aulas.
Debido a la pandemia y las restricciones que se han implementado para
reducir los contagios por COVID-19 desde hace más de seis meses, niños y niñas
han pasado más tiempo en casa con sus familiares, demandando su atención y
tiempo, incluso más que antes de que iniciara la cuarentena.
Todo esto se debe a que los pequeños buscan aferrarse a aquello que los
haga sentirse seguros ante esta época de cambios e incertidumbre. Las familias
brindan seguridad y confort, por lo que es natural que en época de
incertidumbre como la que estamos viviendo, los niños busquen apegarse a
cualquier cosa estable para protegerse.
¿Qué es el trastorno de ansiedad por
separación?
Steven Meyers, maestro de psicología de la Universidad Roosevelt, en
Illinois, Estados Unidos, dice que “el apego es una respuesta instintiva a la
amenaza y la ansiedad percibidas. En términos evolutivos, las crías de todas
las especies tienen más probabilidades de sobrevivir si permanecen cerca de sus
padres para protegerse cuando el peligro es inminente”, dijo al HuffPost. “Los
niños tienen esto codificado en su biología y puede ser provocado por el estrés
y la incertidumbre de una pandemia global”.
Niños y niñas alrededor del mundo están experimentando un cambio que
rompe con la socialización a la que se habían acostumbrado. La ausencia en las
aulas, clases deportivas o de música; la convivencia en reuniones, parques,
deportivos o plazas comerciales, se han sustituido con plataformas de
videoconferencia como Zoom, pero estas no ofrecen la misma experiencia de la
convivencia y socialización en persona. Respecto al apoyo y la atención que
reciben, sus padres son todo lo que tienen ahora.
“Muchos niños se han vuelto más apegados a sus padres [porque] tienen
menos posibilidades de socializar con los demás”, señala Meyers. “Las personas
nos proporcionan a todos conexión y estimulación, y hay pocas opciones [para
lograr esta conexión] cuando estamos atrapados en casa”.
La Universidad de Standford define el Trastorno de Ansiedad por
Separación (o SAD por sus siglas en inglés) como “la preocupación y temor
excesivos de estar separado de los miembros de la familia o individuos con los
que el niño está más ligado”. Es una etapa de desarrollo normal en niños
menores de tres años.
“Muchos
niños se han vuelto más apegados a sus padres [porque] tienen menos
posibilidades de socializar con los demás”.
En casos muy severos, el SAD puede provocar ataques de pánico e incluso,
en casos extremos, puede resultar en que los niños necesiten acudir a un
psiquiatra para ser medicados. Los síntomas del Trastorno de Ansiedad por
Separación son:
Síntomas
- Angustia excesiva al
estar lejos de sus seres queridos o de su casa.
- Pensamientos recurrentes
sobre qué pasaría si perdieran a un familiar.
- Estrés causado por estar
constantemente pensando que algo malo les va a pasar, como por ejemplo,
perderse.
- No querer salir de casa
por miedo a estar lejos de sus papás.
- Miedo a estar solo en
casa.
- Rechazar pasar la noche
en cualquier otra casa si la familia no lo acompaña.
- Tener pesadillas sobre
separarse de su familia.
- En caso de que la niña
vaya a separarse de sus padres, porque alguno de ellos, por ejemplo, tiene
que salir a trabajar, decir o fingir que se siente mal para hacer que se
queden a cuidarla.
Aunque este trastorno de ansiedad es común en menores de tres años,
puede también presentarse a cualquier edad. Los jóvenes también sienten
ansiedad por separación resultado de la “nueva normalidad” y las repercusiones
que tendrán al volver a las aulas. El estrés se manifestará en alumnos que
vuelven a los niveles de educación básica por el tiempo que han pasado sin
socializar fuera de sus casas, posiblemente volviéndose más retraídos al
interactuar con quienes no han sabido de su cuidado durante la pandemia.
Esta inseguridad puede resultar no solo en cambios en sus expectativas,
sino que también las instalaciones a las que volverán no serán las mismas. Si
el espacio físico al que retornarán los estudiantes, o las personas que les
rodean, les provoca nuevas emociones, es necesario estar atentos a las
señales que estos presenten, pues aunque habrá quienes puedan expresarlo y
compartirlo a los demás sin problemas, así también habrá quienes se les
dificulte compartirlo.
La doctora Abigail Gewirtz, psicóloga infantil y autora de When
the World Feels Like a Scary Place: Essential Conversations for Anxious Parents
and Worried Kids, recomienda a maestros, madres y padres a estar
atentos a las reacciones que los niños y jóvenes puedan tener al regreso a
clases. “Debemos estar atentos a los síntomas, como que los niños no
duerman bien, se cansen por la mañana o entren en su habitación en medio de la
noche, que tengan pesadillas. Algunos niños pueden expresar su ansiedad, otros
no. Y algunos se ponen de mal humor, esa puede ser una señal”.
Comunicación: clave para aminorar la ansiedad
Independientemente de si haya un próximo año escolar presencial, híbrido
o totalmente online, las familias deberán estar preparadas para el
regreso a clases. Hablar con tus hijos durante la cena o un paseo por el
parque, en espacios donde sientan que mejor puedan expresarse y darse a
entender sobre el futuro de su educación. También es importante reconocer que
es un futuro al que tal vez les cueste más acostumbrarse y si notas que se
muestran ansiosos al respecto, prepara estrategias para afrontarlo de la
manera más comprensible posible.
Con el otoño acercándose y un nuevo ciclo escolar comenzando, muchos
padres y madres empiezan a preocuparse de qué pasará cuando sus pequeños
regresen a clases presenciales. De por sí, el primer día de clases ya
era difícil para muchos niños, especialmente para los más pequeños, ya que
no conocen a los adultos o compañeros de clase con los que convivirán durante
el nuevo ciclo académico. El regreso a clases puede provocarles
miedo, pero este puede ser ahora más aterrador al ver a todos con mascarillas,
al tener que seguir nuevas medidas de higiene y seguridad y al
ver pasillos llenos de gente después de sólo convivir con su familia por
meses.
Para ayudarlos a navegar la ansiedad por separación debido al apego que
crearon con sus padres durante estos meses, es importante crear una buena
comunicación, que los papás sean abiertos sobre lo que puede pasar. Debido a
que la pandemia es una situación fuera del control de todos, es imposible saber
si una vez que los niños regresen a clases no surgirá un rebote y estos tengan
que regresar de nuevo a las clases virtuales. Hablar sobre las posibilidades
de este panorama ayudará a que sepan qué esperar y les ayude con su
ansiedad.
La Dra. Abigail Gewirtz, psicóloga infantil y autora, advierte que evitar
o ignorar los signos de ansiedad puede ser perjudicial a largo plazo. “La clave
para entender la ansiedad es que cuando tienes algo que te pone ansioso,
evitarlo es muy reforzador”, dice Gewirtz. Sin embargo, “cuanto más lo evites,
mejor te sentirás [en el momento]. Pero esto significa que cuando tengas que
afrontarlo, será mucho más difícil”.
Es importante ofrecer a los niños un lugar seguro para hablar y donde se
sientan validados. Si en estas conversaciones, el padre o madre nota que el
hijo es propenso a sufrir de ansiedad, será esencial hablar sobre cómo
manejarlo y qué medidas se pueden tomar al respecto, como por ejemplo, realizar
ejercicios de respiración o con una pelota antiestrés.
Estar en constante comunicación con los maestros también es muy importante.
No sólo puede ayudar a las familias a entender más sobre el proceso de regreso
a clases pero también ayudará a informar a los maestros si un alumno sufre de
ansiedad, de esta manera su maestro podrá prestar más atención.
Un regreso gradual a la “nueva normalidad”
Otro punto importante que ayudará a los más pequeños en el regreso a
clases es empezar a exponerlos poco a poco a la escuela. Una vez que el virus
se vaya disipando o los científicos encuentren una vacuna contra el
COVID-19 y las escuelas empiecen a abrir sus puertas, es importante
buscar formas en las que los niños puedan familiarizarse de nuevo con la
experiencia de la enseñanza presencial.
Ya sea a través de recorridos virtuales por las instalaciones, donde los
alumnos puedan visualizar los espacios y cómo estos se han modificado para
cumplir con las medidas de sana distancia, hasta sesiones online con
sus maestros donde puedan verlos en las aulas. “Cuantas más oportunidades tenga
tu hijo de estar expuesto a la escuela, menos extraño y aterrador será”, dice
la Dra. Gewirtz.
Otra manera de exponerlos gradualmente a la socialización y convivencia
en persona, es empezar a hacer el recorrido a la escuela todos los días. Ya sea
caminando, en carro o autobús, que se familiaricen de nuevo con la ruta
puede ayudar a tranquilizarlos. Establecer una rutina ayudará a que el regreso
a la vida fuera de cuarentena ya que no sea tan dramática, ya que una rutina
los ayuda a sentir que tienen una estructura y un horario.
“Cuantas más
oportunidades tenga tu hijo de estar expuesto a la escuela, menos extraño y
aterrador será”.
En casa, actividades tan simples como ponerse el uniforme de la escuela
aunque vayan a tener clases online, puede ser de gran ayuda,
incluso prepararles un almuerzo y ponerlo en sus loncheras. Lo importante es
mostrarles lo más que se pueda, cómo será un día escolar bajo la “nueva
normalidad” para hacer que disminuya su ansiedad por separación y miedo de
regresar a las aulas.
Parte del problema de ansiedad que están sufriendo muchos pequeños
es que son muy perceptivos, por lo que si ven a sus padres estresados por las
noticias es posible que lo capten ellos también y se inquieten, aunque los
padres les limiten el acceso a las noticias, ellos perciben el estrés a través
de los adultos con los que conviven todos los días. Esto puede resultar en que
se sientan aún más ansiosos y busquen apegarse más a sus padres y familiares,
buscando en ellos más tranquilidad.
Es importante que las parejas discutan cómo comunicarse con los hijos y
sobre el tipo de mensaje que desean transmitirles. Para ello, será esencial
estar en el mismo canal sobre las medidas de seguridad que van a seguir como
familia, sobre la importancia de cuidarse y cómo lidiar con el miedo y ansiedad
que pueden sentir, de manera que no lo transmitan a los hijos sin darse cuenta.
Por ejemplo, si notan que la presencia de otras personas fuera del círculo
familiar en el que han estado inmersos durante la cuarentena los pone nerviosos
o inquietos, es una señal de que será necesario prepararlos para ver y convivir
con otras personas de nuevo.
Considerar estos factores ayudará a prepararlos para el regreso a
clases, no podemos esperar que de un día para el otro estén listos para
regresar a clases presenciales. Para lograrlo, los adultos de la familia
deberán estar listos también para enfrentar los retos de regresar a la “nueva
normalidad” y poner el ejemplo de cómo actuar si la presencia de otras personas
nos causa miedo o ansiedad.
Mark Reinecke, psicólogo clínico y director clínico del San Francisco
Bay Area Child Mind Institute (Instituto de la Mente Infantil del Área de la
Bahía de San Francisco), señala que “en situaciones ambiguas, los niños
pequeños recurren a sus padres para obtener pautas sobre cómo responder. Si el
padre tiene confianza y seguridad en sí mismo, el niño lo percibirá. ¿Se modela
o se mantiene en casa la ansiedad del niño sin darse cuenta?”.
La manera en que los niños aprenden a manejar la pandemia desde su hogar
es clave para ayudarlos a navegar su regreso a la “nueva normalidad”. Si desde
casa, sus familiares no les ayudan a establecer una rutina y a manejar su apego
y ansiedad por separación, esos niños sólo se volverán más propensos a sufrir
estrés y ansiedad al regresar a clases. La clave está en prepararse con tiempo.
Por Paulette
Delgado
Fuente:
https://observatorio.tec.mx/edu-news/trastorno-de-ansiedad-por-separacion-cuarentena
0 comentarios:
Publicar un comentario