El dato surge de una consulta a padres y madres que participaron la semana pasada del Encuentro Nacional de Familias por la Educación, que contó con 4000 inscriptos de las 24 jurisdicciones del país. Nueve de cada diez consideran que las familias están poco representadas en los medios.
La salud emocional
de los niños es el motivo más importante por el cual los padres desean una
vuelta presencial a la escuela. El segundo motivo es que los alumnos
puedan relacionarse con sus compañeros. De esta manera, los aspectos
socioemocionales aparecen como prioritarios en la preocupación de las familias
ante la suspensión de clases presenciales.
Los datos surgen de
una consulta que recoge las voces de las familias que participaron del
Encuentro Nacional de Familias por la Educación, realizado la semana pasada,
con casi 4000 inscriptos. Participaron padres y madres de las 24 jurisdicciones
del país, con hijos e hijas en todos los niveles escolares obligatorios, del
sector estatal y privado, y de diversas extracciones sociales. A continuación,
el análisis de los testimonios y resultados de la consulta, desarrollado por
Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Di Tella y académico asociado de
Argentinos por la Educación.
El 78,3% de las
familias consultadas considera que lo mejor es volver a la escuela en los
municipios y provincias donde se pueda, en los años y grados donde la vuelta
sea prioritaria y algunos días por semana si no es posible volver los cinco
días. Las respuestas marcan un gran consenso entre los padres para que sean
tenidas en cuenta las particularidades sanitarias de cada localidad y
se generen soluciones acordes priorizando una vuelta a clases planificada y
segura.
Al responder qué
necesitan para acompañar a sus hijos, padres y madres señalan la necesidad
de más dispositivos (otro celular, una notebook, etc.) (48,5%), mejor
conexión a internet en casa (46,8%), y apoyo docente para padres (46,3%). Entre
los puntos más urgentes para poder cambiar la educación argentina, las familias
mencionaron la formación y la carrera de los docentes (38,8%), la conectividad
de los alumnos (32,1%) y los contenidos del currículum (32,7%).
El 92,6% de los
padres y madres que participaron del Encuentro consideran que las familias
están muy poco representadas en los medios y la agenda pública. En
consecuencia, exigen que se habiliten más instancias de participación donde
su voz sea escuchada para poder aportar a la mejora de la educación.
Según la consulta,
9 de cada 10 padres (94%) están dispuestos a formarse para poder aumentar su
participación ciudadana para mejorar la educación. Además, 7 de cada 10
familias (73,4%) consideran que la mejor manera de participar es colaborando
con los docentes y directivos en su escuelas, mientras que 6 de cada 10 (62,5%)
mencionan la participación en instancias institucionales a nivel municipal,
provincial o nacional.
“La suspensión de
las clases presenciales tuvo efectos no esperados. Las familias
adquirieron visibilidad y comenzaron a ser valoradas a la hora de opinar sobre
la educación de sus hijos. A su vez, el Estado diseñó una estrategia
política que suponía que las familias se harían cargo de las tareas de la
escuela y les mandó consignas y materiales múltiples para que padres y madres,
con o sin conexión, con o sin computadora, con sin recursos culturales se
hicieran cargo de la educación de los hijos”, comenta Guillermina Tiramonti,
especialista en educación e investigadora de Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (FLACSO).
Por su parte,
Paulina Calderón, exministra de Educación de la provincia de San Luis,
sostiene: “Durante este tiempo quedó demostrado que las familias se
convirtieron obligatoriamente en aliadas estratégicas de la escuela, pero esa
‘alianza’ es crítica en cuanto está atravesada por condicionantes sociales y
económicos que agravan las brechas preexistentes”. En ese sentido, agrega: “Más
allá de los aprendizajes que no se construyan, si no se propicia una mayor
implicación social en la educación, las consecuencias individuales y sociales
serán profundas. Es un problema ciudadano y político, y en ella se juegan los
futuros de nuestras sociedades”.
“Es probable que
estas familias hayan observado cómo el aislamiento afectó a los
hijos, generándoles diferente tipo de patologías, sin tomar en
cuenta que los aprendizajes no logrados durante este tiempo tendrán
consecuencias nocivas a futuro y que no podemos prever, pero que sin lugar a
dudas impactarán en la calidad de la educación de los niños, elemento cuyo
valor parece ser central para la mayoría de los participantes que, sin embargo,
no toman en cuenta que la socialización de los niños puede lograrse
también fuera de la escuela, pero la educación sistemática no“,
reflexiona Gustavo Zorzoli, director de la Escuela de Formación
Olímpica.
Como fruto del
encuentro, las familias presentaron una “Declaración de
las Familias por la Educación”, a partir de la cual solicitan a los
gobiernos que ofrezcan respuestas en educación y que, entre otras cosas,
impulsen el regreso a las escuelas allí donde sea posible, con responsabilidad
respecto a las condiciones epidemiológicas y sanitarias.
Fuente
https://agendaeducativa.org/la-salud-emocional-de-los-chicos-el-motivo-mas-mencionado-para-volver-a-clases/
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