En estos meses, alumnado, familias y docentes, en muchas ocasiones,
hemos tenido una curva muy rápida de aprendizaje en herramientas, entornos y
servicios digitales, fundamentalmente porque la necesidad es la madre de todos
los inventos. Y teníamos una necesidad.
Ahora, ante la incertidumbre de la vuelta a los centros educativos, de
si vamos a tener educación mixta, totalmente presencial o totalmente online, dependiendo de las comunidades autónomas, es
crucial el papel de las familias frente a cómo la tecnología educativa puede
ayudar a lograr que el alumnado sea digitalmente más competente y esté mejor
preparado para cuando el año académico 2020-2021 llegue, en la modalidad que
llegue.
¿Qué deben tener en cuenta las familias?
En ese papel de las familias se deben tener en cuenta varios factores:
1.
Compromiso: las familias, más que nunca,
han de comprometerse activamente con el aprendizaje de sus hijos e hijas. Deben
participar de y en comunidades de aprendizaje o conectando
con agentes externos que les orienten sobre cómo aprovechar las oportunidades
que les brindan las tecnologías digitales.
Todo ello, con el fin de que mejoren los resultados, así como para
potenciar el talento de sus hijos e hijas, involucrándose en actividades de
carácter práctico, de exploración, de investigación y de resolución de
problemas más o menos complejos, dependiendo, claro está, del nivel educativo
que cursen.
2.
Alfabetización
informacional y mediática: las familias pueden y deben contribuir a que sus hijos e hijas puedan
articular necesidades de búsqueda y de gestión de la información y de recursos
y materiales educativos, obtenidos de entornos digitales y de fuentes confiables,
ayudándoles a analizarlos, organizarlos, procesarlos, recuperarlos y filtrarlos
de manera crítica, rigurosa y contrastada.
Especialmente en Educación Primaria es fundamental que los estudiantes sepan navegar de forma segura y que aquello que
obtengan de la red sea acorde a su edad.
3.
Aprendizaje
autorregulado: las familias deben conocer el desarrollo cognitivo, emocional y físico de sus hijos e
hijas, así como las condiciones óptimas para que puedan aprender
mejor.
Tienen que anticiparse de modo efectivo a sus dificultades en los
procesos de aprendizaje y saber gestionar su tiempo y ritmos, ayudándoles a
planificarse y a seguir itinerarios y objetivos de aprendizaje personales.
Y deben hacerlo con la mediación de las tecnologías digitales, que consoliden
su autonomía como personas que aprenden, compartiendo ideas y aportando
soluciones creativas.
4.
Corresponsabilidad,
retroalimentación, reflexión y planificación: las familias han de implicarse en la cultura del pensamiento y la evaluación atractiva y
motivadora de sus hijos/as, aportando retroalimentación positiva y
promoviendo la metacognición. Deben usar el potencial de las tecnologías
digitales para ello, de cara a ser corresponsables de la evaluación de sus
hijos e hijas para la mejora de su aprendizaje.
También comprendiendo las evidencias que los docentes les proporcionan
para tomar decisiones respecto a las necesidades, talentos y retos académicos
de sus hijos e hijas, así como respecto a su futuro.
5.
Diseño,
creación y cocreación de materiales y recursos: las familias han de contribuir a
que sus hijos e hijas puedan diseñar, crear, y cocrear materiales
y recursos digitales en una amplia variedad de formatos, y a que
puedan expresarse creativamente a través de diversos medios digitales.
Estos medios los usarán para adquirir conocimientos, de acuerdo al
currículo, que les ayuden a desarrollarse competencialmente, con autonomía,
hasta convertirse en personas digitalmente creativas, críticas y reflexivas.
6.
Networking, intercambio y colaboración: las familias pueden colaborar y
comunicarse en red para promover el aprendizaje ubicuo por parte de sus hijos e
hijas, sabiendo qué estrategias, medios y canales de intercambio y colaboración
utilizar según la función que cumplan.
Además, deben promover entre sus hijos e hijas la utilización de
entornos digitales para la comunicación, la creación de redes, la colaboración,
el trabajo en equipo y el intercambio en contextos conectados, conociendo,
promoviendo y aplicando las normas adecuadas de conducta en redes, medios, entornos y
canales digitales.
Recursos para todas las etapas
Existe un amplio abanico de sitios desde los que obtener materiales,
juegos y multitud de recursos con los que los niños y las niñas pueden mejorar
sus capacidades digitales y en los que las familias se pueden apoyar para
ayudarles:
Educación
Infantil y Primaria
·
Un verano emocionante (Caixa
Proinfancia).
·
Acompáñalos
a leer (Combel).
·
Code.org (para aprender programación).
ESO
y Bachillerato
·
STEMByMe (Programa para fomentar las
vocaciones STEM a partir de los 14 años).
·
Los cursos gratuitos de la Universidad de
Harvard.
·
Recursos para el aprendizaje en línea (Ministerio
de Educación y Formación Profesional).
·
Catálogo Blink Learning (para
Secundaria).
·
Virtual Expeditions (de Google).
El acompañamiento de las familias es tan importante como el propio
derecho a aprender de los estudiantes. Ha llegado el momento de sumergirse de
lleno en las tecnologías para poder estar al día sobre lo que ocurre en clase.
Pero muchos alumnos y alumnas no pueden solos. Y la tecnología es ahora más
importante que nunca. ¿Están las familias preparadas para prestarles ayuda?
Por
Coordinadora
académica de la Escuela de Profesores de UNIR, UNIR - Universidad Internacional
de La Rioja
Fuente
https://theconversation.com/seis-pautas-para-ayudar-a-nuestros-hijos-a-ser-digitalmente-competentes-142855
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